Durante las primeras semanas de enero, más de 50 funcionarios públicos, así como 600 líderes de las principales empresas del planeta se dieron cita en Davos, como parte de un nuevo encuentro del Foro Económico Mundial. Grandes temas estuvieron sobre las mesas de discusión: apuntalar una economía global tambaleante, impulsar acciones efectivas contra el cambio climático, la inclusión social y la lucha contra la pobreza, así como los avances ante la emergencia mundial.
Entretanto, la juventud que comienza a incorporarse a la economía productiva y a la que, con seguridad, le tocará lidiar con los mayores efectos de la recesión global, ya está dispuesta a asumir el desafío que el futuro le plantea. De acuerdo con un estudio de Dell, a más de 15,000 jóvenes adultos (entre 18 y 26 años), casi la mitad (47%) estarían dispuestos a sobrellevar limitaciones económicas a corto plazo, como un menor crecimiento del PIB de sus países, si los responsables políticos invierten en una estrategia a largo plazo que promueva el crecimiento sostenible.
La clase política en tela de juicio
La confianza de la Generación Z en que las inversiones del sector público generarán una economía floreciente dentro de 10 años se muestra dividida: un tercio de la muestra mundial (32%) tiene poca o ninguna confianza, mientras que el 38% está indeciso y el 29% restante manifiesta una confianza alta o total.
Para la Generación Z, la recuperación económica global en un futuro digital también exige un compromiso de las instituciones públicas con la ciberseguridad. Más de la mitad (56%) de los consultados, considera que existe la necesidad de legislaciones sólidas en sus países, además de una mayor inversión en ciberseguridad para proteger las infraestructuras nacionales y garantizar que las empresas privadas cumplan con estándares estrictos. Para que esto suceda y para mejorar la confianza en los gobiernos, el 38% de los encuestados quiere que los sectores público y privado trabajen juntos y se responsabilicen del cumplimiento de sus compromisos.
Ante las brechas digital y del conocimiento
El estudio reveló que más de dos quintas partes (44%) señaló que la escuela solo les enseñó habilidades informáticas muy básicas, y uno de cada ocho (12%) no recibió ninguna educación en tecnología o habilidades digitales. Más de un tercio (37%) afirma que la escuela no los preparó con las habilidades tecnológicas necesarias para su carrera.
Para ayudar a reducir la brecha de habilidades digitales, un tercio (34%) de los encuestados sugirió hacer que los cursos de tecnología en todos los niveles de educación sean más interesantes y estén ampliamente disponibles. Una cuarta parte (26%) cree que los cursos de tecnología deberían ser obligatorios en los programas de educación hasta los 16 años, cosa que podría alentar a los jóvenes a seguir carreras impulsadas por la tecnología.
La Generación Z también considera que el acceso a dispositivos y conectividad para grupos desfavorecidos (33%) y la conectividad en áreas rurales (24%) son las áreas de enfoque a prevalecer para impulsar un cambio que saque ventajas de tendencias en ascenso como el teletrabajo. En esta línea, más de la mitad (55%) de la Generación Z considera que el trabajo flexible y remoto es una consideración importante a la hora de elegir un empleador.
De cara a un futuro digital y sostenible; y, para apoyar el crecimiento económico, los jóvenes de esta generación coincidieron en priorizar la mejora de los servicios de salud (21%), la inversión en educación para reducir la brecha de habilidades (11%) y la inversión en infraestructura sostenible (11%). Como conclusión, se puede afirmar que la Generación Z ve la tecnología como fundamental para su prosperidad en el futuro. Por esta razón, Dell busca poner la tecnología al servicio del progreso humano.