¡No! ¡Ventas no, por favor!

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Lourdes Lijarza, gerente Comercial de E&L Consultores.

Al empezar este artículo, retrocedo a mi infancia cuando jugaba con las placas madre que desechaban en la empresa minera donde crecí. Siempre fui curiosa con las cosas de tecnología que llegaba a mis manos, las desarmaba y las armaba, al final, sobraban piezas, pero así me estaba preparando para trabajar en el negocio de TI. El destino.

De niña y adolescente soñaba con triunfar y lograr las cosas que me proponía. Mis sueños se fortalecían al ver cómo mis padres avanzaban y hacían todo lo necesario para que sus hijos crecieran felices, sanos, con aspiraciones y unidos.

Soy hija de un minero y de una ama de casa. A mi mamá le encantaba le encantaba hacer negocios. Vendía de todo y siempre estaba pensando qué cosas vender, qué necesitaba la gente. Ella me inspiraba y yo me propuse tener mi propia empresa, ser mi propio jefe. Me preguntaba: ¿cómo lo lograré? ¿Tendré que ir a estudiar en Lima?

“En el 2013, nos fuimos a vivir en Piura. El 2014 se convirtió en un año especial por las enseñanzas que nos dejó. Nació mi hijo y fue algo maravilloso. Ese año mi esposo perdió el trabajo y de pronto las cosas empezaron a cambiar: de tener todo pasamos a no tener nada. En ese estado de incertidumbre es que decidimos fundar E&L Consultores”.

En Lima
A Lima llegué con mis sueños de provinciana y en la cabeza la disyuntiva que se había instalado, luego de un test vocacional, de que tenía vocación para monja o tecnología. ¡Monja, noooo! No había forma, porque tener una familia era parte de mis sueños, era el complemento perfecto que yo veía en mi futuro.

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Me sentí muy feliz el día que me gradué como técnica en informática, pero inmediatamente vino la pregunta: ¿ahora qué haré para ganarme los frejoles y hacerme cargo de mis cosas? La respuesta era obvia: a trabajar y para hacerlo no tenía muchas opciones. Empecé en una bodega de barrio, luego como secretaria administrativa en un colegio, después como secretaria de un abogado donde duré solo una semana, pues decían que no interactuaba con la gente.

Pregunta poderosa
Estuve un tiempo como cajera de un supermercado de donde salí porque una gran amiga me preguntó: Lourdes, ¿cuál es tu sueño? Yo le respondí cuáles eran mis sueños, lo que quería ser.
-Sal de acá, porque aquí no avanzarás, te estancarás. Vuela, eres joven.

Su pregunta fue tan poderosa que me hizo pensar en mi vida y a valorar mi carrera de técnica en informática. Sin embargo, el pensar mucho me paralizaba y no tomaba acción y todo me parecía lejano, difícil. Algunas personas me decían que no lo lograría y eso me desanimaba.

En ese proceso entendí que yo solo necesitaba creer en mí, motivarme siempre. Así llegué a Mesajil Hnos. donde aprendí a configurar computadoras y a hablar con voz más alta para que mis clientes me escucharan. Era necesario aprender desde los códigos de las tintas, hasta el mínimo detalle de cada producto.

Después de algunos años en Mesajil Hnos. se me presentó la oportunidad de trabajar en Xelar, donde el negocio era distinto y no me acostumbré. No vendía y me sentía fatal. Entonces, me dije: no soy buena para las ventas. Estaba muy desanimada.

Después de unas vacaciones forzosas, decidí entrar a Computrabajo para buscar chamba, pues los ahorros ya se acababan. Quería cualquier puesto, menos el de venta. De pronto vi el anuncio del mayorista Máxima Internacional que buscaba una recepcionista con conocimiento de tecnología y me dije: eso es para mí. La persona que me entrevistó me dijo que en Máxima tenían un puesto para mí en el área de ventas.

-¡No! ¡Ventas no, por favor!

Me pidieron que pruebe durante un mes y que si no me gustaba me colocarían en otra área. En Máxima me quedé varios años como ejecutiva de cuenta corporativa. ¡Amigos, llevaba las ventas en la sangre!

En Máxima conocí a grandes amigos y excelentes personas que me enseñaron los detalles del negocio y yo estuve siempre atenta, para seguir avanzando en esta fascinante industria.

Después de Máxima pasé a un canal muy querido: Global IT Solutions donde aprendí mucho de mis jefes y compañeros. Aunque sabía que estaba por el buen camino, el encontrar clientes y vender no estaba resultando fácil. Pero avancé. Y así fueron apareciendo otras oportunidades como Oswaldo, el amor de mi vida. Por cierto, fue uno de mis mejores clientes.

En Piura nació mi hijo y fundamos E&L Consultores
En el 2013, nos fuimos a vivir en Piura. Económicamente estábamos bien, no faltaba nada, pero el 2014 se convirtió en un año especial por las enseñanzas que nos dejó. Nació mi hijo y fue algo maravilloso. Un acontecimiento especial en mi vida. Ese año mi esposo perdió el trabajo y de pronto las cosas empezaron a cambiar: de tener todo pasamos a no tener nada. En ese estado de incertidumbre es que decidimos fundar E&L Consultores, gracias a los consejos de nuestro gran amigo Pedro Santos, quien no dudo en darnos la mano.

Al principio, las puertas se nos cerraban, nadie apostaba por nosotros. Sin embargo, decidimos seguir adelante. Oswaldo atendía la parte técnica y yo me encargaba de las ventas. Hacía telemarketing mientras atendía a mi hijo. Teníamos buenos proyectos, pero nos pedían experiencia y nosotros recién estábamos empezando. Las cosas no estaban resultando, así que decidimos empezar de cero.

En esos duros momentos, Ingram Micro me abrió sus puertas e ingresé para trabajar como especialista en Microsoft. Allí conocí a Lisseth Negrón, una extraordinaria persona y también a muchos amigos a quienes los llevo en mi corazón. En todas las organizaciones donde trabajé he cultivado la amistad de mis jefes y compañeros de trabajo.

Tiempo con la familia
Después del nacimiento de mi hija Mikaela en el 2017 tomé la decisión de alejarme de Ingram para cuidar a mis hijos y volver a empezar con la empresa. Una vez que los niños se dormían, Oswaldo y yo empezábamos a cotizar y a responder correos. Son esos tiempos donde los emprendedores hacemos de todo: conserjes, vendedores, logística, limpieza, etc. Una amiga me dijo: ¡qué suerte, Lourdes, ya tienes tu empresa!

-¿Suerte? No es suerte, es esfuerzo, pasión dedicación y saber vivir con la incertidumbre. No hay horario para el emprendedor.

En este 2021, E&L Consultores cumplirá siete años y estamos creciendo gracias a la incorporación de excelentes profesionales que aportan su conocimiento, calidad en la atención al cliente y disposición a encontrar siempre una solución. El 2020 nació mi hijo Mateo que llegó para completar nuestra hermosa familia.

Yo sigo soñando y creo que la Lourdes niña aún sigue viva en mí y quiero que así sea siempre, para poder disfrutar de cada suceso en mi vida y recordar de dónde vengo, para agradecer a mis padres y ser feliz con mi esposo.

Apuntes

Siempre que leía Canal TI, me decía que algún día mi nombre y mi foto estarán en sus páginas. Lo declaraba constantemente, pues creo en el poder de la palabra, de la decisión. Y así fue. Aparecí en las páginas de Canal TI y hoy les estoy contando mi historia.

Siento admiración por la señora Gloria Montenegro, de Datasum. Es una gran empresaria a quien admiro por su fuerza y coraje para salir adelante. Para mí es un ejemplo de superación.

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