La lucha por la igualdad y la equidad sigue siendo incesante. Aunque se avanza cada año, la industria TI sigue teniendo una participación masculina mayoritaria. Sin embargo, la evolución de los sectores productivos y el empoderamiento femenino nos muestra una fuerza laboral cada vez más fortalecida.
“Hay una evolución positiva en el empoderamiento femenino mundial debido a un cambio cultural y a la implementación de políticas y leyes que promueven la igualdad de género, así como programas que han creado conciencia en la materia. Aunque aún queda mucho por hacer, estos avances son un indicio de que la sociedad está avanzando”, explica Carolina Vásquez, CEO y cofundadora de STG.
Más allá del empoderamiento
Actualmente, se está avanzando en acciones como el fomento en la diversidad e inclusión en la contratación y promoción, igualdad salarial, políticas de flexibilidad laboral y conciliación, programas de capacitación y liderazgo para mujeres, y redes de apoyo y mentoría.
La baja representación de mujeres en la industria tecnológica es un hecho constatado por numerosos estudios y datos. Las razones detrás de esta situación son complejas y se relacionan con barreras culturales, estereotipos de género, entornos laborales no inclusivos y la falta de oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional.
Para Jenny Valladolid, asistente de tesorería de STG en Perú, es ideal que las compañías tomen protagonismo frente al liderazgo de las mujeres y los hombres en tecnología como parte de una política equitativa de roles. Desde programas de capacitación para mejorar la productividad e innovación, hasta medidas que concienticen un entorno laboral igualitario, son iniciativas que contribuyen con una cultura organizacional sólida.
En ese sentido, STG plantea tres iniciativas para el empoderamiento femenino:
Fomentar la educación y capacitación. Es importante ofrecer la incorporación de nuevos conocimientos para adquirir las habilidades y competencias tecnológicas necesarias para desempeñarse con éxito en un entorno digital dinámico. Esto puede incluir programas de capacitación interna, alianzas con universidades y organizaciones educativas y el apoyo para obtener certificaciones en habilidades tecnológicas relevantes.
Promover la diversidad e inclusión. Es esencial construir un ambiente laboral inclusivo y diverso que incentive la participación y colaboración de mujeres en roles tecnológicos. Esto incluye implementar políticas de contratación y promoción que impulsen la diversidad y un espacio seguro y libre de discriminación y acoso.
Avivar el liderazgo femenino. Es importante hacerlo en todos los niveles de la organización, incluyendo los roles tecnológicos y digitales. Esto puede lograrse a través de programas de mentoría y coaching, así como ofreciendo oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional que permitan a las mujeres avanzar en sus carreras.
“Es importante seguir trabajando en iniciativas que promuevan la inclusión y la diversidad en esta industria, a fin de lograr una mayor representación femenina y mejorar la calidad y la innovación de los productos y servicios tecnológicos”, aclara Carolina Vásquez.