Consideración al contratar un servicio de Outsourcing TI

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Muchos de nuestros clientes con los que trabajamos hoy el servicio de Outsourcing TI o también llamado Manpower, iniciaron la conversación pidiéndonos este servicio como si fuera algo que no quisieran hacer, pero necesitaban hacerlo. Ellos nos preguntaron por ciertos perfiles, la experiencia, la disponibilidad, y, sobre todo, nos preguntaron por el precio. Cuánto les iba a costar tener un recurso en sus oficinas, parecía ser la preocupación más importante de todo. Nos explicaron que por políticas internas no se iba a incrementar el headcount y el presupuesto para proyectos era limitado, sin embargo, la cantidad de proyectos y requerimientos iba en aumento, lo que en consecuencia acarreaba que para cumplir con todo necesitaban profesionales que apoyen/sumen al equipo interno de TI, para hacer ya sea un desarrollo interno o gestionar proyectos de terceros. 

Mientras nos contaban todas estas cosas, veía en sus rostros y podía sentir en sus tonos de voz, que no estaban para nada convencidos de que esa era la mejor opción, algo así como si este servicio no les iba a sumar del todo a lo que ellos querían o tal vez como si estuvieran preocupados por si el servicio sería realmente el que esperan.

Fue interesante para mi recordar que hace un tiempo atrás, yo había usado las mismas palabras y tenía las mismas preocupaciones que ellos. Temía que mis proveedores me envíen a profesionales sin mucha experiencia para el puesto que quería, o que luego los dejen en las instalaciones de la empresa sin control alguno y que no nos veríamos las caras hasta la fecha en que termina el contrato de servicio. 

Me preocupaban estas cosas porque ya me había pasado en reiteradas ocasiones. Por otro lado, mi experiencia me dictaba ciertos escenarios muy comunes y repetitivos, una y otra vez. Uno de esos escenarios era que los profesionales podían ser buenos en su desempeño laboral, pero que faltaban a trabajar muy seguido y nadie nos comunicaba al respecto. Llegaban tarde a una reunión u otro evento importante, sin previo aviso. 

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Estos detalles que veía en mis proveedores configuraron un paradigma que me indicaba que este tipo de servicio no era el que necesitaba, que no me ayudaría del todo en mi trabajo y más sería una carga. Otro escenario era que nos envíen CV de profesionales pro o seniors y cuando llegaban, no cubrían las expectativas para el puesto. Para corregir esto, pedíamos su cambio. El cambio tomaba entre uno o dos meses. 

Sé que muchos que leen esto, estaran de acuerdo con estas líneas como si las hubiera sacado de sus cabezas. 

El tiempo, la experiencia y las relaciones me permitieron ver que lo que faltaba en este servicio era la metodología. En ese sentido, aquí está mi recomendación: antes de contratar este servicio asegúrate de que tu proveedor cuente con una metodología para la gestión del servicio de Outsourcing TI, es decir, un proceso de cómo piensa gestionar a sus profesionales para que cumplan con tus expectativas; cómo tú vas a poder medir si cumple lo que requieres y cómo van a ir mejorando mes a mes. 

Si tu proveedor te habla de precio, de CV, de certificaciones pero no te habla de cómo va a asegurarte de que el profesional que está brindándote cubrirá tus expectativas, entonces pregúntale de forma directa. Pregunta sobre su metodología y si no lo tuviera, la decisión de contratar estará en tus manos. Luego ya no hay cabida para lamentos. 

Por último, un punto que siempre es bueno recordar es que necesitas elegir a tu aliado, es decir, un proveedor de servicio que conozca su negocio, que conozca tu negocio y que cuente con una metodología para cada servicio que te va a brindar. Esto te dará la confianza que necesitas.

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