Los envíos de teléfonos inteligentes cayeron un 11 % interanual a nivel mundial en medio de condiciones económicas desfavorables y una demanda estacional lenta en el primer trimestre de 2022. En esa línea, Samsung lideró el mercado con una participación del 24%, superando el 19% que obtuvo en el último trimestre de 2021. Por otro lado, Apple ocupó el segundo lugar, con un sólido primer trimestre gracias a la creciente demanda de su serie iPhone 13. Xiaomi se mantuvo en el tercer lugar debido al desempeño estelar de su serie Redmi Note, mientras que OPPO y Vivo completaron los cinco primeros con 10% y 8% de participación.
Para Sanyam Chaurasia, analista de Canalys, la ampliación de las carteras de productos de las marcas líderes ayudará a consolidar su porcentaje de participación en el mercado. Por ejemplo, el nuevo iPhone SE lanzado en marzo se está convirtiendo en un importante impulsor de volumen de rango medio para Apple. A un precio similar al de su predecesor, ofrece un conjunto de chips actualizado y un mejor rendimiento de la batería y agrega la conectividad 5G que exigen los canales de los operadores.
Por su parte, Samsung aumentó la producción de su serie A para competir agresivamente en el segmento de gama media a baja mientras actualiza su cartera 2022, incluida su serie insignia Galaxy S22. “A pesar de la incertidumbre que se avecina en los mercados globales, los proveedores líderes aceleraron su crecimiento al ampliar las carteras de dispositivos para 2022”, comentó Sanyam Chaurasia.
Inestabilidad global
Los mercados vieron un aumento en los casos de covid-19 debido a la variante Omicron, sin embargo, las hospitalizaciones mínimas y las altas tasas de vacunación ayudaron a normalizar rápidamente la actividad del consumidor. Nicole Peng, VP de móviles de Canalys, aseguró que la caída en envíos de smartphones son consecuencia de la inestabilidad política y económica que se vive a nivel global.
“Los proveedores enfrentan una gran incertidumbre debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, los bloqueos continuos de China y la amenaza de inflación. Todo esto sumado a una demanda estacional tradicionalmente lenta. Los proveedores deben equiparse para responder rápidamente a las oportunidades y riesgos emergentes mientras se mantienen enfocados en sus planes estratégicos a largo plazo. La buena noticia es que la dolorosa escasez de componentes podría mejorar antes de lo esperado, lo que sin duda ayudará a aliviar las presiones de costos”, puntualizó Peng.