Un estudio, a cargo de miembros del Comité Especializado en Comunicaciones Satelitales del Colegio de Ingenieros del Perú, presentó el gasto en telecomunicaciones satelitales que realiza anualmente nuestro país y recomendó que el gobierno peruano adquiera un satélite propio, con la consecuente mejora en los servicios y un notorio ahorro para las arcas fiscales.
El Mayor General FAP (r) Carlos Caballero, exjefe de la Agencia Espacial del Perú – Conida y coautor de la investigación, precisa a la agencia Andina que el Estado Peruano realiza un gasto efectivo del orden de US$ 21.7 millones por contrataciones de servicios de telecomunicaciones satelitales de 45 entidades públicas.
El ancho de banda estimado anual recibido es de 511.158 MHz, de acuerdo con el informe que puede ser solicitado al Colegio de Ingenieros del Perú.
En su opinión, el gasto efectivo en contrataciones puede ser reorientado a una iniciativa de inversión. «El nivel de gasto sostenido en 15 años asciende a US$ 325.25 millones, monto suficiente para adquirir un satélite de telecomunicaciones soberano para el Perú», indica.
Sin embargo, aclaró que se requiere de estudios técnico-económicos para determinar las características del mismo y de la inversión.
¿Por qué es importante?
El PerúSAT-1 es un satélite peruano de observación terrestre que cumple la función de captar imágenes desde el espacio.
Un satélite de telecomunicaciones para el Perú permitirá cerrar las brechas de conectividad en zonas alejadas donde la infraestructura se ve limitada. «El Perú es un candidato natural para adquirir el satélite porque los cables no llegan a todas partes», señala.
El estudio recomienda que el satélite peruano sea de tipo HTS, que es la tecnología más avanzada en la actualidad, y que debe garantizar la cobertura para regiones con conectividad limitada como Loreto, Ucayali y Madre de Dios.
También podría constituirse en el sistema nacional de emergencia, asegura, que brinde servicio a las entidades públicas y poblaciones afectadas ante eventuales desastres como huaicos o terremotos.
Un nuevo estudio permitirá precisar las características del satélite y su alcance. «Un satélite se diseña y se fabrica para las necesidades locales», agrega tras mencionar que Bolivia, Argentina y Brasil ya cuentan con satélites propios. El proceso podría tardar entre dos y tres años.
Asimismo, destaca la voluntad de poner en agenda el tema con el proyecto de ley “Ley que declara de necesidad pública y de preferente interés nacional la reducción de la brecha digital a través de un satélite de comunicaciones” del 2018. No obstante, este aún no ha sido revisado.
Al respecto, el congresista Francisco Sagasti, presidente de la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso, reconoció el esfuerzo del Colegio de Ingenieros para presentar propuestas sobre el tema de innovación y tecnología en el área de telecomunicaciones satelitales.
«Los proyectos de ley declarativos son un llamado de atención a las instituciones públicas vinculadas al tema en cuestión, pero formalmente no aprueban gastos ni ejecución. Por eso, en la comisión que tengo el honor de presidir, reconocemos la necesidad de ampliar el presupuesto para los institutos y centros de investigación en una amplia gama de temas prioritarios para el desarrollo nacional, incluyendo las telecomunicaciones y el desarrollo satelital», manifiesta a la agencia Andina. (Vía Andina)