Te felicito, querido lector, si siempre estás observando y cuestionando lo que sucede en el día a día. Y el premio mayor te lo llevas tú, si es que te permites escuchar críticas y tú mismo te observas y eliges rediseñarte. No hay forma de que seas el mismo en cada amanecer, muy a pesar tuyo, el tiempo no se detiene y avanza generando el constante cambio.
La vida no es aburrida ni jodida. El aburrido y jodido eres tú, si es que no ves nada especial. Si es que sientes que tu vida está pasando como una nube boba, sin ton ni son, por el cielo de tu activa ciudad, mientras tú te empeñas en decir que todo está hasta las huevas, que ya nadie salva a este país e invocas, desde lo más profundo de tu ser, que venga un dictador para acabar con los males del país.
Si no practicas la observación y el cuestionamiento, es posible que no estés viendo las posibilidades que ofrece el rediseño constante. Es peligroso, porque podrías estar cansado, sin esperanza, solo sobreviviendo. Eres un peligro hasta para ti mismo, porque nada esperanzador te mueve. Todo te cansa y agobia.
Por ejemplo, hoy que estamos con la divertida fiebre del fútbol y Perú tiene una seria opción para ir al Mundial de Rusia 2018, están sucediendo cosas muy importantes que no hay que dejar pasar. Eso sí, que nada te distraiga de lo importante que es tu propia vida, tus convicciones y objetivos. No te amarres a nada, ni dependas de nadie, pero observa.
¿Te has dado cuenta que la selección peruana está en el puesto 10 del Ranking de la Fifa? Así es, estamos en un lugar de privilegio y el mundo futbolero nos mira con atención, aunque gran parte de los peruanos no entiende cómo es que hemos llegado a ese lugar. Y esa actitud es comprensible, pues, históricamente hemos estado en posiciones de media tabla para abajo.
Nos hemos acostumbrado tanto a jugar como perdedores que el triunfo parece una ilusión. En esta ronda de dos partidos con Nueva Zelanda somos los favoritos porque el nivel del fútbol en ese país es amateur y hoy se ubican en el puesto 122. Sin embargo, la posición en el ranking no asegura nada, lo que asegura el triunfo es la convicción, la actitud y el profesionalismo de los jugadores en la cancha.
Y digo todo este rollo porque he escuchado a transeúntes y periodistas, pedir que no nos sintamos favoritos frente a Nueva Zelanda, que los muchachos de la selección no estén tan alegres, porque podrían perder. Esta actitud es fatal. Representa la forma cómo prefieren vivir muchas personas sin mostrar su luz, escondiendo su brillo, y ocultando las cosas maravillosas que son capaces de realizar. Es más fácil vivir en la sombra que en la luz que nos lleva a trascender y a inspirar.
Si eres bueno en algo, aprovéchalo para mejorar tu situación. Si eres capaz de hacer cosas diferentes y que por ello podrías lograr más dinero o ascender, hazlo, simplemente, sin cuestionarte. Recuerda que en algunas sociedades como la peruana, son pocos los que resaltan la labor de sus colegas o de alguien que ha realizado cosas que cambiaron el rumbo de una industria o profesión.
Los peruanos necesitamos mostrarnos, exhibirnos y dejar que nuestra voz se escuche. Necesitamos hablar en voz alta y convencidos de que los demás nos quieren escuchar, aunque al comienzo te cueste, querido lector, y hasta quieras ponerte bajo tierra para que nadie te mire.
De nada sirve que tu talento esté escondido y tú solo sepas de lo que eres capaz de hacer, pero que lo escondes por el miedo al ridículo y porque tu abuelita te dijo que es mejor no brillar para que los envidiosos no te quiten lo que es tuyo. ¡Vamos! Di lo que quieras decir y si eres el número uno hazlo saber al mundo para que te aplauda o juzgue. Acostúmbrate a vivir impactando en los demás, para que en el futuro los peruanos no se sientan mal (y culpables) por ser favoritos y privilegiados.
¡Atrévete!
