La gobernanza en la adopción tecnológica

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La gobernanza en los procesos de implementación de una solución en una organización es clave, y así lo será siempre, mientras el ser humano sea el encargado de implementarla y, por supuesto, también sea el usuario.

Antes, se hablaba frecuentemente de cómo había fracasado una tecnología en una organización, o cómo se prolongaba su puesta en marcha, debido a que los usuarios no mostraban interés, no querían aprender o, simplemente, no aceptaban.

Entonces, las empresas de tecnología se apoyaron en la gobernanza para lograr el éxito en este tipo de procesos, en el que se pedía el involucramiento de la alta dirección. Lo que no aseguraba, por supuesto, que la puesta en marcha terminaría bien.

Todo dependía del convencimiento, de hacer entender el valor de la solución y de cómo elevaría el nivel de competitividad de la organización, para seguir avanzando en su sector, donde otras empresas también estaban embarcándose en procesos de adopción de tecnologías.

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Esto no ha cambiado de manera drástica. Sí hay una gran ventaja porque la gran mayoría de usuarios son personas que ya conviven con la tecnología desde que despiertan hasta que se acuestan. Si bien ese primer contacto es el celular, las personas tienen bien claro que este dispositivo es el centro y que sirve para estar conectado a todo. Quiero decir que hoy hay dos o tres escalones hacia arriba que favorecen al éxito de la implementación de una solución.

No es como hace treinta o veinte años atrás, cuando aún la tecnología no tenía el nivel omnipresente que tiene hoy. Las TI están en todo: son las que mueven las industrias, el entretenimiento, la vida misma de la gente. Un gran reto es dejarle sin el teléfono móvil a una persona, para ver su comportamiento y el grado de ansiedad en que caerá. Un día sin teléfono móvil y estando en una ciudad no es concebible para nadie.

Menciono al celular para resaltar que ya estamos conscientes de la importancia de la tecnología, de que los procesos pasan por ella y que, en algunos casos, no se necesita saber de TI para ser un usuario; basta con seguir la intuición para realizar un proceso. Ayuda mucho también que las soluciones cada vez se han vuelto más intuitivas, menos engorrosas y fáciles de implementar.

Con todo esto, el éxito y el fracaso de una solución, así como de una política de Estado, depende de la gente, del usuario. ¡La importancia de enrolar! La gobernanza no es autoritarismo, imposición —«Te vas de la empresa si no te alineas»—, al contrario, es un proceso maravilloso de acercamiento, de liderazgo, de la capacidad de mostrar las ventajas de una solución.

Es un asunto de liderazgo y de compromiso, pero gobernanza, al fin y al cabo. Y para eso se necesitan líderes que primero entiendan y se convenzan de los beneficios de una medida o tecnología. Se necesitan líderes que acompañen los procesos de implementación, además de otras acciones que son parte del mismo proceso.

Los autoritarios logran implementaciones que están destinadas al fracaso. Eso lo podemos ver día a día también en la política. Elijamos siempre el poder de la palabra, el convencimiento y la evidencia.

¡Abrazos amazónicos, queridos amigos!

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