La agenda pendiente en TI

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En materia de tecnologías de la información, un escolar, un universitario, un empresario del sector, un usuario, desde el profesional al ama de casa; todos ellos saben que el Gobierno que concluye y todos los anteriores, desde 1985, han defraudado el desarrollo del software, el acceso a computadoras como al de internet, la teledensidad y, en general, todo lo relacionado al mejor empleo de tales tecnologías.

La gestión gubernamental en relación a los operadores deja muchos sinsabores. Citemos algunos:

  1. Las multas a Telefónica del Perú y a otros operadores que infringen las normas de telecomunicaciones son tema de conversación cotidiana y todos concluyen que el Gobierno se colude con la empresa en perjuicio de la población. Además, las tarifas son las más caras de la región y nadie explica el por qué.
  2. En los concursos regionales para la ampliación del servicio de internet se presentan diversos postores, pero solo uno o dos presentan los sobres económicos. En los bloques de concursos recientes ganaron Telefónica del Perú (de origen español), en Lambayeque; Gilat (de origen israelí), tanto en Huancavelica, Ayacucho y Abancay, donde se presentó solo. En el segundo bloque ganó Gilat en Cusco; y Winner Systems (de origen peruano), en consorcio con una empresa extranjera, ganó en Cajamarca y Piura-Tumbes. Al respecto, quienes conocen sobre este tema proponen que se flexibilicen las exigencias para que empresas operadoras nacionales participen sin obligárseles a consorcios con empresas extranjeras, que finalmente priorizan utilidades sobre servicios a la población.
  3. En el caso de los servicios residenciales de internet, la concentración de Telefónica del Perú supera el 95% de dominio del sector, principalmente por la tecnología de módems ADSL, que les permite utilizar el par telefónico para dar servicios de datos, cuando la desagregación del bucle de abonado debiera permitir que otros operadores brinden servicios residenciales sobre la red ADSL, con mejores condiciones que las actuales. A la fecha, no han permitido que el ADSL se abra y así favorecer mayor competencia en el sector residencial. Todos rumorean que eso no es gratis y el MTC como Osiptel son “generosos” con el operador español.

En materia de desarrollo encontramos un logro notable que es la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica, una iniciativa del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), promocionada por el Consejo Nacional de Competitividad, del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Entre los fracasos recientes está la Ley 30024, que crea el Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas; la que no se cumple, luego de dos años de plazo para que todos los centros de salud del país la apliquen, según la norma citada, plazo vencido en julio de 2015. Hasta ahora, junio del 2016, nada.

El acceso a internet y la disponibilidad de fibra para el transporte de datos es insuficiente. Véanse algunas cifras, compárese y sáquense conclusiones.

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En educación básica se adoptó una fórmula utilitaria, cuyo indicador de éxito es la cantidad de computadoras instaladas, como si más máquinas formaran mejores hombres. Y cuidado que se anuncia seguir en esta línea, la que ya demostró ser un error. Las tecnologías de la información son un excelente recurso didáctico. Más, para que así sea es preciso que los docentes adopten estrategias metodológicas para el desarrollo de habilidades en la producción de contenidos digitales y eso no está sucediendo. Ningún adulto que ignore cómo se produce información sabrá sistematizarla o explotarla. A la fecha, desde 1984, se invirtieron más de dos mil millones de dólares en tecnologías de la información para las escuelas y no hay retorno medido. ¡A nadie se le ocurrió!

El componente seguridad y gestión de riesgos es incipiente en los centros de datos de los ministerios. En general, el Estado es vulnerable en el mantenimiento del insumo de mayor valor, su información.

La interoperabilidad no funciona en el Estado y la gestión de información entre las instituciones del gobierno no funciona. Por ejemplo, en el Ministerio de Trabajo exigen al empleador acudir con los documentos físicos de RUC, constancias de pagos de planilla ante la Sunat, AFP y otros afines, más minuta de constitución, registro vigente de poderes del representante legal (único facultado a asistir) y el DNI de este. Cuando ¡Todo esto está en las computadoras de la Sunat, Sunarp, Reniec! Seguimos condenados a burocracias que ya mutan a burrocracias, malgastando el tiempo de los gerentes de las empresas.

El gobierno electrónico, la gobernanza y el manejo de información oficial en favor del ciudadano aún no funcionan. Pareciera que el desorden es la clave para el éxito de ciertos políticos que no quieren que supervisen sus actos.

En la banca, las tecnologías no contribuyen a mejores precios en favor del usuario. A más tecnología se suponen ahorros de tiempo, papeles, personas, pero solo sirven para que en treinta años de irrupción de la microcomputación en los bancos los precios por los servicios se hayan quintuplicado y más.

Para que el sector informática y el de comunicaciones crezcan y sean un factor de desarrollo nacional que impacte en el incremento del PBI, es preciso que comprendamos que no se trata de más computadoras, que se requieren de competencias técnicas y profesionales de mayor nivel, mejores capacidades de análisis y competitividad de los gerentes como de los proveedores y clientes (stakeholders, en la jerga del sector); y así exigencia de recursos de tratamiento de datos normalizados, conectividad, seguridad y monitoreo de resultados. Solo entonces los procesos adquirirán la importancia que merecen y los sistemas de información se estructurarán mejor y servirán en confiabilidad, integralidad y disponibilidad. Para ese momento se ampliarán las potencialidades de cómputo y comunicaciones, el usuario exigirá que así sea para disponer de mejores servicios de información en el gobierno, en la academia y en las empresas.

Lo descrito en el párrafo anterior es un circuito virtuoso que favorecerá el incremento del mercado. Recordemos, a usuarios mejor preparados y más exigentes, entonces mayor dotación de equipos, comunicaciones y sistemas integrados en favor de la educación y la producción.

Para que suceda, liderazgo político y orden en el desarrollo como en la gestión de las tecnologías de la información nos vendrían muy bien.

 

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