¡Ya nada será igual después de este extraordinario proceso del covid-19! Esta es la frase que destruye el modelo anterior en el que vivíamos y también la que resume la esperanza de que nos rediseñaremos para adaptarnos al cambio. Estoy seguro de que lo has escuchado y leído, con algunas variaciones, muchas veces en estos meses. El asunto es que: entre leer, escuchar y el actuar hay un inmenso trecho que solo se acerca con el poder de la decisión.
El cambio ya está sucediendo y no esperará que tú tomes una decisión. Simplemente, avanza destruyendo y premiando sin detenerse ni una milésima de segundo a ver quiénes se quedan y quiénes se extinguirán. Avanza. Por lo tanto, tu ira, tu miedo, tus maldiciones u oraciones no tendrán poder si es que no te comprometes contigo mismo. Es decir, hacerte cargo de tus cosas y no permitir que las circunstancias te gobiernen.
¡Elige qué quieres ver, hacia dónde quieres ir, cómo quieres ir y con quiénes deseas hacer equipo!
Apaga el ruido que hay en tu mente y comienza a escuchar la música que te gusta, dibuja o haz rayas si no sabes dibujar. Escribe tus ideas en la laptop, en el teléfono móvil y mejor si lo haces con plumones sobre un papel.
Elige ser lúdico, creativo y disruptivo, antes que aburrido y paralizado por el miedo.
Dependiendo de cómo quieras mirarlo, podrías estar generando un drama en tu cabeza con elementos reales (información, cifras y evidencias) que te están dando la razón para justificar tu pesimismo. Esos datos (y por tu actitud negativa) te están diciendo que de esta no sales airoso, así tengas el mejor modelo de negocio. Esta actitud nubla tu visión y te debilita. Te encierra en la desesperación y comienzas a despotricar para transferir tu miedo a los demás.
Sin embargo, podrías elegir mirar con optimismo y rediseñar tu modelo de negocio, explorando en ti tu capacidad de hacer cosas extraordinarias. Esta actitud te abre posibilidades inconmensurables. No tiene límites. En principio, porque tu mente se calma y desde ahí es mejor cualquier perspectiva y se puede tomar decisiones.
Es bueno precisar que el manejo de la calma y la desesperación es diferente para cada ser humano. En este caso, lo único que te recomiendo es que ante cualquier circunstancia elige la calma, entrénate en el equilibrio. Te tomará tiempo y no hay una fecha de graduación para los que logran ese estado. No lo hay, pero su práctica y el constante entrenamiento te mostrarán que es mejor que haberse dejado llevar por la tormenta.
Los procesos tienen su tiempo y dinámica. Es importante que lo entiendas y lo converses con tus amigos y seres queridos, para que se instale en la mente de cada persona y ya no estén tratando de abrir una puerta donde hay un muro. Entender los procesos históricos, así como aceptarlos con lucidez (y la actitud crítica) que da el estudio y la reflexión para no caer en dogmatismos, liberan de angustia y desesperación a los seres humanos.
¡Abrazos amazónicos, mis queridos amigos!