Los recursos naturales del planeta se están agotando a un ritmo alarmante, específicamente 1.8 veces más rápido de lo que puede reponerlos. Para 2050, se prevé que esta situación incremente hasta 2.3 veces más de lo que es sustentable. Además, tenemos que sumar los 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generan anualmente, equivalentes al peso de todos los aviones comerciales que se han fabricado hasta hoy.
Frente a esta alarmante situación, surge la pregunta: ¿qué podemos hacer para construir un futuro más sustentable? A continuación, algunas ideas que considero importantes.
Conquistar al consumidor responsable
Los consumidores de hoy son más conscientes del medio ambiente. En consecuencia, las empresas que priorizan la circularidad pueden cumplir sus expectativas y lograr beneficios ambientales y comerciales a largo plazo.
Aunque normalmente requieren una inversión inicial, los programas de circularidad pueden ayudar a reducir los gastos, incrementar la eficiencia, e incluso encontrar nuevas fuentes de ingresos. Brindar herramientas de medición que pronostican la prevención de residuos y el ahorro de costos, puede demostrar ventajas, fomentando aún más la confianza y la lealtad del cliente.
Comenzar (y terminar) tomando en cuenta el medio ambiente.
La innovación en el embalaje, por ejemplo, también está marcando la diferencia. Los materiales hechos 100% con composta y a base de quitina son un desarrollo reciente, mientras que las herramientas de fibra moldeada impresas en 3D pueden llevar el embalaje ecológico a gran escala. Además, los avances en la impresión, incluyendo la impresión directa en cajas para envíos de productos, y el uso de tintas a base de agua, traen beneficios adicionales.
La colaboración: un multiplicador de fuerza para el impacto a escala
La circularidad es un esfuerzo de equipo, y los fabricantes, los gobiernos, los proveedores, y otras partes involucradas son jugadores cruciales. Al ampliar las redes de trabajo con organizaciones no gubernamentales, así como institutos de investigación, las empresas pueden mantenerse al día con sus esfuerzos de circularidad.
Imaginar el futuro
La transición a la circularidad no es una opción, sino una necesidad. Para lograrla, debemos cambiar urgentemente de mentalidad, adoptar prácticas circulares, y desarrollar las relaciones y marcos de trabajo necesarios para el éxito.
El futuro es circular y depende de las organizaciones de todo el mundo para que así suceda, ya sea que estén comenzando o ya estén en el camino, es el momento de dar el siguiente paso.