La inteligencia artificial (IA) generativa promete transformar la manera en que las empresas operan al ofrecer soluciones rápidas a problemas complejos. Con este contexto, ha surgido la figura del Ingeniero de Prompt (o ‘Prompt Engineer’) como una respuesta a los desafíos inesperados que ha traído consigo la adopción generalizada de estas plataformas.
A grandes rasgos, los ‘prompt’ son las órdenes, instrucciones o preguntas que se deben realizar a las plataformas de IA, para obtener una respuesta precisa y acorde con las expectativas de la organización. Estos mensajes guían a la IA para que produzcan textos, imágenes o videos relevantes y coherentes, basados en el contexto proporcionado.
“Hace sólo un año, las predicciones sobre la integración de la IA generativa en el lugar de trabajo parecían prometedoras. Sin embargo, en la práctica, las empresas han descubierto que la implementación y gestión de esta tecnología requiere un enfoque más cuidadoso y multidisciplinario de lo que se anticipaba inicialmente”, afirmó Raju Vegesna, jefe Evangelista de Zoho.
La necesidad de una intermediación entre la IA y los equipos humanos se ha hecho evidente, dando lugar al surgimiento del rol del Ingeniero de Prompt. Estos profesionales actúan como enlaces entre la IA y las operaciones empresariales, para asegurar resultados relevantes y de alta calidad. Aunque su papel parezca superfluo, la complejidad de la interacción entre humanos y máquinas ha demostrado su valor.
El artículo de ZDNet escrito por Joe McKendrick revela que el puesto de Prompt Engineer ha superado al tradicional ‘científico de datos’ en términos de demanda laboral. Este cambio refleja la necesidad de habilidades interdisciplinarias que van más allá de la mera programación y análisis de datos. Estos Ingenieros deben ser fluidos en el lenguaje conversacional, tener capacidad para resolver problemas de manera creativa y comprender tanto las necesidades empresariales como las capacidades de la IA.
Sin embargo, esta nueva profesión plantea interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo. ¿Son los Ingenieros de Prompt una solución temporal hasta que la IA pueda interactuar de manera más intuitiva con los humanos? ¿O representan un cambio fundamental en la forma en que las empresas gestionan la tecnología?
Una crítica fundamental a este rol es su posible obsolescencia. A medida que la IA avanza y se vuelve más sofisticada, es plausible que las tareas de intermediación que realizan estos profesionales sean absorbidas por la propia tecnología. Además, la contratación de ingenieros con antecedentes técnicos puede no ser la mejor estrategia a largo plazo. En lugar de buscar habilidades en programación o análisis de datos, las empresas podrían beneficiarse más de profesionales con experiencia en lingüística, psicología o educación, que comprendan la interacción humana de manera más profunda.
“La pregunta que las empresas deben hacerse es si realmente necesitan gestionar su propia IA generativa. Para muchas, especialmente las medianas, asociarse con proveedores de tecnología especializados puede ser la opción más sensata, en la medida en que tienen la experiencia y los recursos para desarrollar y mantener soluciones de IA actualizadas y adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente”, comenta Vegesna.
En última instancia, la decisión de integrar la IA en los flujos de trabajo de una empresa debe ser considerada cuidadosamente. La sobreextensión de la IA, incluida la contratación excesiva de Prompt Engineers, puede no ser la estrategia más efectiva a largo plazo. En cambio, las empresas que adopten un enfoque más selectivo y colaborativo con los proveedores de tecnología pueden posicionarse mejor para aprovechar los beneficios de la IA sin caer en las trampas de la moda tecnológica.
El surgimiento del Ingeniero de Prompt es un síntoma de los desafíos inesperados que ha traído consigo la adopción generalizada de la IA generativa. Si bien estos profesionales desempeñan un papel importante en la actualidad, su relevancia a largo plazo puede ser cuestionable. Las empresas deben evaluar cuidadosamente sus necesidades y opciones antes de comprometerse con estrategias de gestión de IA que podrían volverse obsoletas en el futuro cercano