Cuando empecé como editor de publicaciones de tecnologías de la información el 15 de mayo de 1990 en el diario La República, el mundo tenía otro ritmo. Las TI causaban sensación y en los hogares peruanos los padres jodían a sus hijos con “la computación es la carrera del futuro”. Y el imberbe que andaba más interesado en los días de playa, el tono de fin de semana y en su cara donde los granitos habían encontrado terreno fértil, no entendía qué carajo era el futuro, aunque le preocupaba de tanto que los profesores y el chino de la bodega le habían taladrado el cerebro. Al adolescente nadie le hablaba de educación sexual y comprar un condón en la farmacia era una odisea en el mar de la vergüenza, el roche.
El 15 de mayo de este año celebré con un trago selvático los 27 años de haber iniciado la publicación de revistas de computación e informática. En algún momento de los 90 se empezó a pronunciar Tecnologías de la Información (TI), luego la industria le agregó la “c” para pronunciarla como un TIC nervioso. Antes de las TI también se pronunciaba de manera insegura la palabra cibernética, que sonaba más a un brote interestelar.
Se hablaba de inteligencia artificial y el miedo que causaba por la futura invasión de las máquinas, de los puestos de trabajo que se perderían por la masificación de los robots y la automatización de los procesos. Algunos se estrellaron contra el Muro de Berlín (que fue derribado en noviembre de 1989) augurando que las impresoras y el papel desaparecerían de las oficinas. En realidad, los gurús y CEO de los fabricantes se fueron de bruces por no creer en una tecnología o por creer ciegamente en otras que los jalaron hacia el lado oscuro del “buen intento”, que es mi forma de decir lo que otros llaman fracaso.
En 27 años de actividad como editor de publicaciones de TI he sido testigo de excepción de los vaivenes de la industria. Y eso ya es pasado. Nada más. Lo importante es el 2017 y lo que proyectamos como país de aquí al 2050 y de ahí al 2100. Si no estás pensando así es porque tu mente como empresario solo vive en el día a día, en tu apego por el presente y en asegurar tu vigencia, en el carrito y en tu casa propia. Eso es válido, pero sería poderoso contar en el país con personas que trascienden, que están trabajando para construir un mundo viable, un mundo que sea habitable para las nuevas generaciones.
Y para esa proyección es clave cambiar tu mentalidad. Y si no sabes cómo hacerlo, atrévete a realizar algo loco (que por ahora solo está en tu cabeza y que piensas a solas) para que vayas entrenándote. Nada grande, empieza por cosas pequeñas. Primero, por encargarte de ti. Es decir, que te hagas cargo de tu vida y ya no jodas a los demás con tus traumas, dolores, afición por la droga o el licor, y tantas cosas que te enajenan. Hacerte cargo de ti, significa que ya no seas víctima, que no maltrates a tus empleados y familiares, que solo trabajes para dormir por las noches y levantarte como zombi por las mañanas.
Ya no sobrevivas, vive y asume riesgos.
¿Riesgos? Claro, es una forma alucinante de ver nuevas posibilidades, de atreverse a abrir nuevos caminos, de ir por donde tu preparación (a veces con apoyo del buen olfato, la intuición) te indique. No sigas a la masa, recuerda que la masa es manipulable, endeble, sin personalidad. Nunca pierdas tu identidad y haz lo que tú quieres hacer, a eso se llama hacerse cargo.
Estás en una industria que se ha construido por pioneros que tomaron riesgos, que no tenían ninguna evidencia de que sus desvelos y pequeños ahorros se volverían en productos y soluciones que cambiarían el mundo.
Si la industria TI ha impactado en todo los quehaceres del ser humano es porque siempre hay una persona que encuentra una forma de transformar la realidad. De mejorar los niveles de trabajo y vida de las personas.
Cuando en junio de 2005, en Media Comm tomamos el riesgo de publicar la revista Canal TI y distribuirla gratis todos los lunes del año, realmente, fue asumir un riesgo grande. Durante los primeros seis meses, muchas compañías no creían en el modelo semanal y las áreas de marketing nos pedían “por favor, edítala quincenalmente, pues no tengo idea qué poner en mi aviso”.
Contra viento y marea persistimos y fue necesario realizar un trabajo de pedagogía (evangelización) para demostrar a las áreas de marketing que Canal TI era el socio ideal, la herramienta de comunicación que estaban esperando.
-¿Cuántos flyers diseñas al mes?
-Entre 30 y 35 flyers.
¿Ya ves? Seguro, los envías por email que nadie abre o lo haces llegar por courier. Te estás distrayendo de tu negocio. Publica esos flyers en Canal TI y tendrás los resultados que buscas.
Y, así fue. Los marketeros que no entendieron el modelo de Canal TI desaparecieron del mapa. Los que llegaron se incorporaron con otra visión y entendieron la necesidad de promocionar las ofertas, de comunicar las actividades, de realizar Products Reviews, de realizar una gran cobertura a actividades como una premiación o cierre de fin de año.
Hay una diferencia entre una revista semanal o quincenal, frente a una que sale cada vez que una gaviota besa a un gallinazo, o no sale nunca. Entendieron que la venta (la salida de la mercadería) necesita realizarse lo más rápido posible, que no se puede ocupar espacio valioso en el almacén.
-Wilder, pero, yo tengo mi propia revista.
-Genial, eso es bueno, porque te permite comunicar con mayor pausa y tranquilidad lo que estás haciendo, tu trabajo de responsabilidad social, etc. Eso sí, trata de no tirarte muchas flores en tu propia revista (eso se llama autobombo) y nadie te va a creer, al contrario, vas a perder credibilidad. Sé prudente con tus fotos, con la cantidad de fotos tuyas que colocas. Si no, parecerá un álbum mediocre. Egocéntrico.
Mañana martes se cumplen 12 años de la primera edición de Canal TI y la industria hoy tiene nuevos términos, nuevos rostros y todavía quedan en actividad muchos de aquellos pioneros que hace más de 30 años se arriesgaron a iniciar esta industria en Perú.
Lo interesante es que el mercado TI se enfrenta a una nueva ola: la transformación digital que impactará en las empresas vinculadas en el negocio TI y en aquellas que la s consideramos como clientes. Estás, pues, en un punto donde necesitaras de toda tu fortaleza y capacidad de vivir en incertidumbre para rediseñar tu organización. Así como estás ahora solo te permitirá sobrevivir en este tiempo, pero te estarás bajando del tren, dejando de correr la ola más grande solo porque el miedo te paraliza. Bueno, te paraliza también tu ceguera y tu cero vocación por la investigación, el riesgo y disrupción.
Gracias por acompañarnos en estos fructíferos años y nos comprometemos a seguir explorando nuevas formas de impactar positivamente en el mercado.
Gracias a los integrantes de Media Comm por su compromiso con los objetivos de seguir innovando y entregar productos de calidad a los distintos sectores donde dirigimos nuestras publicaciones.
¡Gracias, amigos lectores!
