La industria TI de Perú (fabricantes, mayoristas y resellers) no tienen una mesa donde conversar y fijar metas comunes. En distintas épocas algunos entusiastas han tratado de promover la agremiación, pero no pudieron. Si después de este extraordinario proceso no logran ¡por fin! entender que la unión hace la fuerza, necesitarán más extraordinarios procesos para aceptar que haciendo equipo es cuando se consiguen grandes cosas.
La industria de las tecnologías de la información (o el negocio TI peruano) existe. Es real y es el motor de desarrollo del país. En estas circunstancias, además de la medicina, la agricultura y otros sectores claves, la tecnología es el soporte clave de toda actividad. Eso explica el impresionante crecimiento (de la noche a la mañana) de la plataforma Zoom, el desarrollo rápido de Meet de Google, las salas de Facebook, el despliegue de Microsoft Teams, entre otros.
En este momento, todos quieren potenciar su negocio, independientemente, de que estén pensando en despedir colaboradores. Porque el que está decidiendo, paralizado por el miedo y la inacción, que lo mejor es despedir, lamentarse y renegar, es aquel que ya perdió por no saber adaptarse.
Y para adaptarse en este proceso y poder subirse a la ola de la transformación son necesarias las tecnologías de la información. Es la herramienta con el que cada persona, grupo humano, empresa y estado necesitará hacer lo que sabe; es decir, el que sabe hacer sillas, necesitará enfocarse en hacer las mejores, prácticas, confortables y bien diseñadas sillas.
Si elige hacerlo como le enseñó su abuelito o papá, con los métodos de los años 50, de seguro que hará productos coleccionables, pero no tendrá las opciones de competir en un mercado donde la producción en serie y de optimización de recursos, es vital.
En fin, mis queridos amigos, todo este preámbulo es para explicar lo que ya todos sabemos: que las TI es la industria que mueve a todos los otros sectores. Su importancia no está en debate, al contrario, se pondera.
Eso sí, la industria TI de Perú no tiene una mesa donde debatir, no hay espíritu para hacer equipo y generar un sector poderoso, con voz propia y en el que todos se sientan respaldados.
En estos 30 años de actividad como editor de revistas de tecnología que celebré el 15 de abril (brindé con un mágico Siete raíces), he visto infructuosos intentos de reunir a los actores de la industria. Todos los entusiastas promotores fracasaron. Hoy existe la Asociación Peruana de Empresas de Cómputo – Apecómputo que está conformada por HP, Dell, Lenovo, Intcomex e Ingram Micro. Nos enteramos de su existencia por el comunicado que emitieron (y que hemos publicado en Canal TI 692) durante el estado de emergencia.
Se necesita que Apecómputo integre a todos.
En un país tan desintegrado ante las grandes causas, los sectores productivos necesitan mostrar madurez y unirse para lograr grandes objetivos. Es simple, lo complicado es seguir desintegrados y no tener voz ni voto en ningún organismo del Estado que emite reglamentos o leyes de impacto en la industria.
Que este extraordinario proceso sirva de inspiración.
