Aprovechar el cambio digital requiere de nuevas funciones para el rol del CIO, que se encuentra en la transición del “Ejecutivo de entrega” al “Ejecutivo de negocios”, y su desempeño se transforma a partir del control de costos y procesos de ingeniería para dirigirse a la generación de ingresos y a la explotación de datos. Según la “Encuesta del Programa CIO de Gartner para 2018”, en las áreas de TI de las empresas, se está dando cada vez más enfoque a los resultados estratégicos de negocio en lugar de la entrega de proyectos TI. Estas métricas incluyen el crecimiento de los ingresos, los márgenes de negocios y la influencia en la estrategia de negocios.
Por otro lado, en un estudio donde se entrevistó a más de 1.100 líderes empresariales de todos los departamentos de las compañías participantes reveló que el 92 % de los encuestados considera que la rápida disponibilidad de la información es necesaria para que su negocio alcance el éxito. Para lograrlo, configurar una infraestructura de TI que encaje en los planes de negocio, crecimiento y expansión de las organizaciones resulta clave. Sin embargo, existen algunos requisitos básicos que se aplican para todas las empresas: PC, fuentes de alimentación, puntos inalámbricos, impresoras, escáneres, copiadoras o una multifuncional y servidores para poder alojar información en la nube.
Aunque muchas empresas cuentan con un software exclusivo que gestione toda o parte de su infraestructura, lo mejor es tener una arquitectura híbrida y combinar distintas herramientas de manera que las compañías se vean beneficiadas y logren generar ahorro en costos. La creación de un sistema básico requiere de presupuestos y asegurarse de que el espacio de oficinas previsto sea funcional para el equipo de trabajo y cuenten con los dispositivos que necesitan.
Por ello, externalizar algunos o todos sus sistemas TI en forma de Software como Servicio (SaaS), Plataforma como Servicio (PaaS) e Infraestructura como Servicio (IaaS) puede ser una excelente opción.
Incluir Software como Servicio (SaaS)
Se espera que SaaS acapare el 60% de todo el gasto de cloud pública en 2020. Actualmente muchas empresas están ya familiarizadas con SaaS o aplicaciones basadas en la nube como Salesforce, Clarizen, Office 365 y Google Apps. Las compañías que ofrecen estas aplicaciones lo manejan todo incluyendo actualizaciones, tiempo de ejecución, datos, virtualización, servidores, almacenamiento y seguridad. El Software como Servicio suele estar relacionado con los sistemas de correo electrónico y colaboración, gestión de relaciones con los clientes (CRM) y gestión de beneficios. Lo mejor es hacer que el gestor de TI esté al tanto de todas las aplicaciones que la compañía está utilizando.
El único reto potencial con SaaS es el Shadow IT: los empleados pueden descargar aplicaciones sin el permiso del departamento de TI, lo que puede generar conflictos con otros sistemas. Lo mejor es que el administrador de TI esté al tanto de todas las aplicaciones que usa su empresa. Sin embargo, existen plataformas de gestión de aplicaciones y licencias que pueden limitar dichas descargas e instalaciones o por lo menos alertar al personal. Por otro lado, para evitar quejas sobre una red lenta, algunos expertos recomiendan gastar alrededor del 20% del costo del servidor en equipos de red.
Aunque muchas compañías usan una plataforma exclusiva ya sea Mac o Windows, lo mejor es tener un plan de continuidad de negocio híbrido, de modo que, si un virus o un ataque deshabilitan un sistema, el equipo de TI tendrá siempre un respaldo y una alternativa para mantener el negocio operativo. Para los servidores, si se cuenta con un modelo de Windows, es aconsejable obtener una caja de almacenamiento conectada a la red basada en Linux en caso de que Windows quede fuera de servicio.
Plataforma como Servicio (PaaS)
En PaaS, un vendedor proporciona una plataforma en la que se puede desarrollar el software. El vendedor se encarga de todo detrás de la plataforma – el sistema operativo, el hardware y el software del servidor, y la infraestructura de red. La mayoría de los sistemas de PaaS utilizan la virtualización de servidores como Google App Engine y OpenShift. PaaS permite a las compañías crear nuevos productos sin hacer una inversión CAPEX en hardware y redes adicionales hasta que esté listo para implementarlos a gran escala.
Infraestructura como Servicio (IaaS)
La IaaS ofrece un servicio bajo demanda a través de servidores en la nube, almacenamiento, redes y sistemas operativos. Es una excelente opción cuando se necesita capacidad adicional y flexibilidad en el desarrollo. Si un negocio está creciendo rápidamente y no está seguro de la capacidad futura, IaaS permite escalar poco a poco, sin necesidad de adquirir más equipos hasta que obtenga un mejor manejo de sus necesidades.
Es posible utilizar la nube pública a través de un proveedor como Amazon Web Services o Microsoft Azure, o una nube privada solo para su empresa; asimismo, utilizar un modelo híbrido que emplea la nube pública para algunas funciones y la nube privada para los demás.
Las opciones de hoy brindan a las empresas una flexibilidad sin precedentes para administrar la infraestructura TI y para asegurar la continuidad y crecimiento del negocio. Una vez que se tenga un sistema básico en el lugar de trabajo, será posible trabajar con varias combinaciones de SaaS, PaaS e IaaS hasta que se encuentre el ritmo que funcione mejor para la organización.