Algo tan común hoy, como hablarle a Siri, era hasta hace unos años poco menos que ciencia ficción. Sin embargo, ese acto aparentemente trivial de dirigirse con la voz a un dispositivo es una puerta de entrada hacia una gama de tendencias tecnológicas, tan amplias y vertiginosas en su potencial, para las empresas que puede resultar mortal comercialmente para quien las aplica sin criterio y sin adaptarlas a su realidad.
Hoy vemos una serie de tendencias que poco a poco se deben ir contextualizando y “regionalizando” para que se concreten. No todos los países corren al mismo ritmo, a pesar de que el avance tecnológico y la constitución de esta ‘aldea global’ nos lleve a pensar así. Sí es cierto, en cambio, que quienes primeros sepan a qué ola subirse, llegarán más lejos que el resto.
Con esta idea en mente, repasamos algunas tendencias TI que nuestros analistas de mercado identifican para este 2018 que se abre tan lleno de oportunidades. Algunas de ellas son ya conocidas, aunque no se apliquen al 100 % en todos los mercados y seguirán manteniendo su rumbo; otras, tendrán un giro que las convertirá en auténticos retos.
El poder de la nube
Una de las primeras tendencias que mantendrá su vigor es la nube, el mayor impulsor del cambio este año. La industria, en general, está de acuerdo en que la nube es un paso necesario para alcanzar la transformación digital.
Diversos expertos consideran que la nube híbrida será la adopción tecnológica más importante del año, ya que existe una convergencia real que es transversal a todas las tecnologías para trasladar los mejores entornos de trabajo. Las empresas no necesitan más, ni siquiera ser propietarias de las aplicaciones que usan, sino, simplemente, suscribirse a una que alguien más ofrece. Esto permitirá que todos los servicios estén siempre disponibles y que las cosas se hagan casi inmediatamente.
Esta capacidad se engarza perfectamente con el concepto de mayor movilidad, una de las características que las personas buscan más en sus trabajos hoy. Se trata de una realidad de la que los equipos de TI están muy al tanto, y deben preparar el camino para moverse hacia ella. La nube híbrida es el gran paso por dar este año.
Analítica para la seguridad
Un acápite aparte merece la analítica enfocada en la seguridad, que es una de las formas de la inteligencia artificial que va de la mano con el Big Data y el Machine Learning, de construir una imagen del comportamiento normal de un usuario para buscar luego anomalías y aplicar controles de seguridad. La analítica permite monitorear a los usuarios, dispositivos, aplicaciones y redes para detectar comportamientos anómalos o maliciosos y luego se ofrece acciones precisas para mitigarlos y prevenirlos.
Security Analytcs se está convirtiendo rápidamente en una herramienta clave para las organizaciones debido a que emplea una variedad de controles granulares para mitigar la amenaza o detenerla por completo. Permite habilitar la autenticación de múltiples factores, registrar sesiones de usuarios, establecer acceso a datos, bloquear aplicaciones sospechosas e incluso poner en cuarentena a algunos usuarios.
Hay que recordar que los vectores de ataque cada vez son más sofisticados y las técnicas tradicionales de detección basadas en firmas y patrones conocidos tienen efecto limitado. De hecho, la mayoría de las brechas de seguridad recientes se encontraron en “Amenazas de Seguridad Internas”, en las que los ataques tomaban control de las credenciales de los empleados para alcanzar sus fines maliciosos. Las soluciones basadas en perímetros de seguridad son totalmente inefectivas ante estos peligros.
Adiós a las contraseñas
Se prevé que ante la necesidad de implementar mayores capas de seguridad en un entorno cada vez más propenso a peligros de ciberataques o robos de contraseñas, que se decrete la muerte de la contraseña o password.
Sí, muy pronto las combinaciones alfanuméricas serán prácticamente cosa del pasado y a cambio entraremos en un mundo donde se aplicarán una variedad de métodos de autenticación como la biométrica, el análisis de comportamiento, y similares. De hecho, hay quienes consideran que algunos conceptos de la Dark Web serán adoptados por las aplicaciones para limitar su exposición.
No debemos dejar de lado ni dar en menos a la Realidad Aumentada, la Realidad Virtual y la Realidad Mixta, que seguirán desarrollándose gracias al tremendo entusiasmo con que han sido recibidas en rubros como la construcción, arquitectura y entre los técnicos dedicados a la reparación in situ, entre otros.
La voz como interfaz
En esa línea de optimización de sistemas y procesos está otro de los grandes avances que se espera para este año: el impacto de la voz como interfaz hombre-máquina.
Como decía al principio, cualquier persona que haya utilizado sistemas como Siri, Cortana, Google Asistant o Samsung Bixby, ya ha tenido contacto con las etapas iniciales de una transformación profunda que significará el fin de los teclados y los mouse. Y es que el impacto de la voz como la próxima generación de interface hombre-computadora será este año seguramente más importante que otras tendencias.
La posibilidad de utilizar la voz, combinada con la capacidad de la máquina para aprender a interactuar con grandes volúmenes de información compleja, será un extraordinario beneficio para muchas industrias.
Perspectiva futura
Mientras nos preparamos para todo esto, no olvidemos que la evolución tecnológica no se detiene y ya se preparan las redes 5G. De hecho, se espera que algunos teléfonos de esta categoría aparezcan hacia el 2019. Basta decir como aperitivo que la tecnología 5G tiene el potencial de ser 10 veces más rápida que la 4G que conocemos. Los modelos de negocios evolucionarán así a ritmos cada vez más vertiginosos.
Pero no nos adelantemos, el 2018 se despliega recién ante nosotros con todo su inmenso potencial y en el Perú hay mucho por seguir desarrollando.
