Con esta edición 593 de Canal TI entramos a un merecido receso, para regresar inspirados y renovados el lunes 15 de enero de 2018. Nos vamos con la esperanza de que el próximo año podamos dar un paso adelante como país, para encontrar puntos de convergencia que nos lleven hacia el lugar de privilegio que nos merecemos. Y no es solo por cuestiones de merecimiento, sino, porque nuestro territorio es privilegiado. Solo falta que nosotros comprendamos la inmensa fortuna que tenemos de ser sus habitantes. Nos pertenece en el sentido de que necesitamos protegerla y hacerla florecer.
Nos vamos con la esperanza de que los que hoy dicen representarnos se larguen, definitivamente. Claro, sería mejor si se fueran al lugar que todos los peruanos queremos que se vayan.
Nos vamos con la esperanza de que sus seguidores también desaparezcan vía el rediseño, para aparecer renovados, dispuestos a jugársela por la verdad y la justicia. ¡No es posible un mundo justo cuando existen seres humanos adorando y protegiendo a los corruptos y asesinos!
Nos vamos con la esperanza de que ciudadanos con vocación de servicio, honrados e ilustrados decidan ingresar a la política, para que construyan las carreteras, puentes, aeropuertos, hospitales, escuelas e institutos técnicos (¡más Senatis, por favor!), para que el Estado genere una vinculación con la ciudadanía. El Estado aún es cavernícola, un depredador (ejemplo, la Sunat) que no incentiva la formalización, al contrario, a la gran mayoría de peruanos los desmotiva a ser visibles. Para muchos, formalidad aún no es una opción.
La esperanza de que lleguen autoridades que no roben y pidan coimas para construir puentes, estadios y hospitales, necesita alumbrarnos siempre. Esa es la vida: sostener la esperanza. Si crees que no es posible un nuevo orden, entonces, ya está todo perdido para ti.
Sin lágrimas ni pesares por lo que estamos viviendo hoy, con la situación política que afecta la gobernabilidad y el progreso, necesitamos enfocarnos en desarrollarnos como seres humanos comprometidos con el respeto a la naturaleza, con el prójimo, con nosotros mismos, en honrar nuestra palabra (Ser nuestra palabra) y elegir la potenciación de la inteligencia, lo sutil, el arte, frente a lo chusco, grotesco y barato que vienen ganando terreno.
Para derrotar a los enemigos de la sociedad, es necesario ponerse pasos delante de ellos, no se puede caer en su mismo lenguaje y formas. No se trata de retroceder, el que retrocede solo debe hacerlo por una cuestión estratégica, pero con la convicción de dar el salto para mostrar las ventajas de una sociedad civilizada: que respeta y protege a sus ciudadanos.
Para derrotar a los que hoy se presentan como enemigos de la corrupción y voceros de la transparencia, cuando en realidad son los máximos representantes de la corrupción y defensores de criminales y ladrones, es necesario que dejes de ver tu celular, la TV, Netflix -al menos, unas tres horas al día -y comiences a leer la historia del país, para que nadie te pinte pajaritos en el aire.
Para derrotar a los corruptos que nos gobiernan (y a aquellos que se preparan para ser elegidos) es importante que desarrolles tu inteligencia. Ningún beneficio en la vida se compara con el desarrollo de tu inteligencia. Al comienzo te sentirás raro, porque empezarás a ver cosas que creías que no existían, y notarás que palabras nuevas brotan de tu boca, y que hasta tu postura cambia. Tu forma de comer también cambiará. Es que cuando la inteligencia está entrenándose para propósitos edificantes, para evolucionar, ser consciente y disfrutar del equilibrio, las cosas cambian no solo de color, sino, también de lugar.
Amigos lectores, gracias por acompañarnos durante este especial 2017. Un amazónico abrazo y nos volveremos a encontrar el lunes 15 de enero del próximo año.
¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo 2018!.
