El empresario peruano tiene un gran desafío en estos momentos. El desafío no elige sectores, se presenta y punto. Es como si quisiera ver cuánto te has preparado en los buenos tiempos. Si es que te dedicaste a ver el mar y el sol, suelto de panza y piernas, mientras los billetes se contaban en tu caja. O si es que, igual que en tus inicios o en las épocas de vacas flacas, estuviste atento, dispuesto a escuchar, a renovar y explorar nuevas oportunidades y modelos.
El empresario peruano de TI está en un momento clave para innovar o quedarse en el mismo lugar donde está desde que se inició en el negocio. La disyuntiva no es una broma, es una realidad que ya está sucediendo. En los tiempos de las TI el pasado, presente y futuro se convierten en realidades conexas, imperceptibles. Estos tiempos nos hacen vivir en dimensiones paralelas donde el futuro está sucediendo a cada instante. Donde el siguiente segundo es una escalera para subir y también para caer.
Esto que suena a juego de palabras es real y solo podrá ser aprovechada por los que están despiertos, que no es otra cosa que estar atento. Es la actitud del cuestionador, del que pregunta, del que quiere explorar el mundo de los gigantescos y diabólicos monstruos, mientras los demás están paralizados por sus creencias, sus paradigmas, y deciden no moverse, porque el riesgo no es parte de su vida.
La situación del país exige otro tipo de carácter. Es el tiempo de los que aprovechan la lluvia para juntar agua, procesarla y convertirla en útil. No es para los que maldicen la inesperada lluvia o el impacto del sol en un día de invierno.
Si no te has dado cuenta, el gobierno de PPK está arrinconado y sus enemigos están moviéndolo de un lado para otro. Ni maraca de brujo se mueve tanto como este gobierno. Es la realidad, no es para llorar. Tampoco salgas con la cantaleta de que mejor hubiera sido elegir a la hija del preso Fujimori, o que Alfredo Barnechea se hubiera comido el chicharrón, o que el personaje Julio Guzmán lo estaría haciendo mejor. Nada de eso.
Prepárate para tiempos alucinantes de aprendizaje en el que verás cómo una chica, que nunca ha trabajado, y sus 71 congresistas hacen tambalear a un Presidente. Y cómo se unen a ella otros sectores que le siguen el juego (y quieren) la ingobernabilidad para llevar agua para su molino.
Está claro que quieren que PPK salga incoherente una noche por televisión nacional y diga que se va del gobierno porque no lo dejan ser, que le ponen piedras en el zapato y que a su sopa le echan mucho ají.
No esperes ese momento para actuar creativamente. Es ahora que necesitas empezar a entrenarte en templar tus nervios y no balbucear cuando vas a comunicar la gran decisión en tu empresa.
Si la política es débil en nuestro país, necesitamos construir una raza fuerte de empresarios. Una raza de empresarios que crecen en base a investigación, desarrollo, capacitación, estudio y que toman riesgos. Empresarios en equilibrio con la naturaleza. Empresarios que desarrollan su inteligencia.
No te dejes absorber por la mediocridad de los políticos. Tampoco te decepciones si no se vislumbra de aquí a 20 o 30 años, una generación de políticos con niveles culturales, académicos y humanos, diametralmente opuestos a los mediocres de hoy.
Ojo, que esta última descripción podría caerte también como anillo al dedo, si es que eres roñoso, que no pagas las comisiones a tus vendedores, que tú solo estás creciendo mientras tu equipo está pasándola mal. Observa cómo eres, no lo hagas frente a un espejo, porque te seguirás engañando. Los espejos te muestran lo que quieres ver.
Reflexiona y pregunta a los que te rodean cómo te ven. No respondas. Agradece y medita por qué te están viendo así. A partir de ahí podrás construir un nuevo ser humano que quiere un nuevo Perú.