Para los fabricantes y mayoristas de la industria TI es vital el trabajo con el canal de distribución. Para todos es importante contar con socios de negocios identificados con el producto o solución, con la calidad de servicio que se ofrece y se sostiene en el tiempo.
Los negocios no se realizan con empresas, se concreta entre personas. Es raro que alguien firme una orden de compra frente a otro por el que no siente ni un gramo de confianza. Es necesaria la confianza que nace del análisis de buenas prácticas, referencias y reputación en el mercado.
Es mejor crecer con prudencia, aceptando lo que no se sabe y no se puede implementar, que aceptar un contrato en el que se sabe que el cliente perderá. Esa pérdida del cliente, ese mal servicio convertido en estafa regresa como bumerán al proveedor. Hoy todo se sabe a la velocidad de un rayo vía las redes sociales. Recuerda que el chisme se ha fortalecido con la evolución del ser humano y las TI, y, hoy hasta pagan por practicarlo.
No seas una víctima de tu víctima que te puede convertir en añicos como los usuarios hicieron con la denominada “leche” Pura Vida. ¡Actúa con transparencia que nada te cuesta!
Nadie compra un producto del cual se sabe que es complicado, que no funciona, que es costoso de implementar y, peor aún, si es que los que lo comercializan no se hacen cargo de las consecuencias.
El que adquiere una solución de mala reputación, es porque no sabe nada de lo que está adquiriendo -no se ha asesorado- y ha caído en manos de unos bribones que siempre están a la caza de un incauto. Con frecuencia esto sucede en las pymes y en las MSB donde pocos cuentan con personal especializado en TI.
La industria TI necesita personas en quien confiar. Si las empresas (fabricantes, mayoristas, resellers, VARs y retail) privilegian contar con ejecutivos transparentes, enfocados en construir relaciones duraderas basadas en la confianza, estaremos ingresando a la etapa de maduración, que hará mucho bien al mercado.
Una mala implementación con consecuencias de pérdida económica, tiempo y paciencia, rebota en el reseller y en la marca. Es un negocio perdido, es una relación tirada al tacho, por no hacer las cosas bien. Y el efecto no es solo para los actores de esa mala gestión, sino para la industria, en general. Pues, la víctima se encargará de quejarse en cuanto café se encuentre, en los baños turcos, en su club provincial o social, entre sus familiares y, seguramente, también lo “promocionará” en sus redes sociales.
El próximo que se acerque a ofrecerle una solución recibirá una andanada de quejas que no le corresponde recibir, pero que por ser parte de una industria necesitará escuchar en silencio y sacar lo mejor de su discurso (ojo, no florear, sino, transmitir seriedad y transparencia) para calmar al empresario o personal de TI que aún siente los efectos de la escaldadura que le causó el anterior proveedor.
Si tú eres gerente de una empresa de TI, encárgate de elegir personas en el que sientes que podrías confiarle tu casa y tus pertenencias. Evalúa más allá del currículum vitae, mírale a los ojos, no tengo idea que encontrarás ahí, pero algo positivo para tus interesas habrá. Investiga, entra a sus redes sociales y ahí está su vida entera, la forma cómo piensa y cómo reacciona ante las cosas. En las redes sociales te darás cuenta cómo al más mínimo problema empieza a quejarse, a maldecir y echar la culpa a los demás.
Si el candidato o candidata acusa a su prima o a la ex de su pareja de todos los “males” que ahora le están sucediendo, dile que se vaya y consiga trabajo como reportera en alguno de esos programas de farándula, pero que en tu empresa no tiene lugar.
Invierte en formar personas con alto estándar ético en el que tú seas modelo a seguir. Pero si hoy no eres esa fuente de inspiración, deja que otro se encargue mientras tu vives tu proceso de transformación de hombre que quiere una forma nueva de vida.
