Con el pasar del tiempo, la tecnología ha ido conquistando más espacios dentro de la vida cotidiana y el ámbito laboral no ha sido ajeno. Por el contrario, se ha convertido en parte vital para casi todas las labores que desarrollamos. En esta línea, la búsqueda de perfiles tecnológicos en el Perú hacia finales del 2021 incrementó entre un 50% y 60% en contraste con los inicios de la pandemia, cuando la cantidad de empresas que tenían estructuras ágiles de trabajo y desarrollos tecnológicos era menor, según PageGroup, consultora de reclutamiento a nivel internacional.
Esta creciente necesidad de contar con expertos en TI ha hecho que los profesionales de este rubro nos involucremos profundamente en nuestra labor y nos encasillemos frente a la mirada de los especialistas de otras áreas en las organizaciones. ¿Esto es lo que realmente queremos reflejar? ¿Ser como una “caja negra” que solo guarda información y es hermética dentro de su organización?
A lo largo de mi vida laboral aprendí algo muy valioso: la importancia del lado humano dentro del trabajo. Por ello, desde las áreas informáticas, necesitamos entender que el asertividad y la empatía son indispensables para el soporte que brindamos. Estos valores en convergencia generan una marca única en la cultura empresarial, que se evidencia en nuestro servicio.
Según OBS Business School, estas dos habilidades pueden contribuir a potenciar la comunicación, resolver conflictos, llegar a acuerdos y mejorar las relaciones interpersonales. Lo que se traduce en un impacto positivo en el flujo de trabajo y, por ende, en la productividad. Para ello es esencial que el área cuente con un líder maduro y responsable, acompañado de un buen equipo de trabajo. Ambos, además de tener conocimientos técnicos, deben saber cómo conectar con sus clientes, considerando siempre la importancia del lado humano.
En conclusión, la asertividad y la empatía en áreas informáticas se ha vuelto esencial para el mundo laboral actual. Los retos en TI requieren una comprensión profunda de las necesidades y preocupaciones de quienes utilizan y dependen de estas tecnologías para crear soluciones que marquen la diferencia.
Cambiar esta visión implica un reto para las organizaciones que no es sencillo, pero tampoco imposible. El esfuerzo conjunto desde la educación y los líderes en TI de las instituciones contribuirán a que se construya un mundo digital más humano y conectado.
