Dentro del mercado de los cables de par trenzado se puede conseguir cables hasta 40% más económicos respecto a los que son 100% cobre y el diferencial sigue aumentando con el incremento del precio del cobre. Generalmente lo más común de los cables de menor costo son 70% aluminio y 30% cobre lo que los hace económicos a corto plazo, pero presentan por consiguiente una menor resistencia mecánica, evidenciándose en la fragilidad para la curvatura y manipulación del mismo, a diferencia de uno 100% cobre que posee más flexibilidad y manejabilidad.
En ese sentido, es recomendable instalar cables que sean completamente de cobre, ya que tiene una conductividad comercial del 98%, siendo más resistentes y de mayor calidad lo que permite que la instalación de cableado dure más tiempo en su red. Este aspecto es muy importante ya que el cable es el medio físico donde se transportan las señales. Por ello, en Nexxt Solutions Infrastructure contamos con la tecnología de punta para garantizar el óptimo traslado de las comunicaciones de los usuarios.
Por otro lado, el cable con aleación de aluminio tiene más pérdida de señal y produce más caída de tensión a medida que se extienden las distancias entre los puntos de conexión. Puesto que el aluminio ofrece mayor resistencia al paso de la corriente que el cobre, el cable de aleación va estar más propenso al calentamiento, considerando que la temperatura nominal del cobre es más elevada que la del aluminio.
La temperatura es un enemigo para la óptima transmisión en redes, ya que el recalentamiento produce el retardo temporal de la señal que viaja a través del cable, lo cual en última instancia se traduce como pérdida de información.
Si se toma en cuenta la inversión de dinero en la compra de un cable con aleación de aluminio versus la inversión de un cable 100% de cobre, el ahorro traerá muchas consecuencias negativas a nivel de operación y eficiencia en la red.
Lo anterior conllevará a la pérdida de utilidades de la empresa al tener una instalación con infraestructura deficiente, aun cuando se invierta dinero en equipos de última generación y calidad (conmutadores, routers, etc.). Tales componentes no podrán brindar todo su rendimiento por no tener una vía con las condiciones óptimas para trasladar toda la información necesaria desde el punto de origen al punto de destino.
